Las zanahorias es una de las verduras que tiene más propiedades. Aunque se suelen tomar como guarnición, menestras o cremas. En esta receta vamos a ver que se pueden tomar también como plato independiente y para hacerla se necesita muy poco tiempo y es muy fácil.
INGREDIENTES:
- 600 g. de zanahorias.
- 40 g. de harina.
- 50 g. de mantequilla.
- ½ vaso de aceite de oliva.
- Sal.
ELABORACIÓN:
1.- Pelar las zanahorias. Lavarlas y secarlas con un paño de cocina. Cortar la mitad de ellas en bastoncillos. Y en rodajas la otra mitad.
2.- Pasarlas por un plato con harina y sacudirlas bien para quitar el exceso.
3.- Calentar en una sartén un poco de aceite y mantequilla. Pasar poco a poco las zanahorias por la sartén.
4.- Freírlas durante 15 minutos, tanto las rodajas como los bastoncillos. Al sacarlas ponerlas sobre un papel absorbente antes de emplatar.
5.- Poner los bastoncillos en el centro y las rodajas alrededor (esta es solo una idea). Ponerles sal al gusto teniendo en cuenta que las zanahorias por si solas son sosas y dulzonas.
6.- Adornarlas con alguna hierba aromática muy picada, pero que no tenga un aroma demasiado fuerte para que no contraste en exceso, por ejemplo perejil.